martes, 1 de enero de 2019

01 de enero de 2019

¿Cómo se comienza?

Mi nombre es Vanessa Mennechey, tengo 30 años y he decidido retomar este blog, que tenía en silencio más de 7 años, con la intención de contar(me) todo lo que he logrado y ver claramente qué deseo para mi vida (comenzando con el 2019)
Quiero que lo logrado en el 2019 sea meaningful; es decir something that has a purpose, that is important or that has value.
Y a la vez quiero que mi mente esté en un estado mindfull que es en palabras de un blog que encontré: Are you supposed to clear your mind, or focus on one thing? Here's the Mindful definition of Mindfulness.
Básicamente encontré dos palabras que definen lo que QUIERO que sea mi vida: meaningful y mindfull que quiere decir que sea con propósito y pensamientos claros.
No tengo tiempo para perder en batallas que no debo pelear, ni distraerme en algo que no me haga feliz... Debo escoger sabiamente qué quiero, por qué lo quiero y tener claro a dónde quiero llegar.
¿Cuál valor quiero que tengan las cosas?
Pues que trascienda mis deseos, que sean parte de un todo que es mi propósito en la vida; pero ¿ya sé cuál es mi propósito?
Creía que sí, me alejé de él porque creía que por un atajo lo lograría y luego me intenté retomar el camino; pero ¿ahora saben qué me pasó? Vinieron agentes externos que dicen que debes desistir porque quizá no eres tan bueno para estar ahí ¡oh, por favor!
So, retomando: ¿qué deseo hacer y qué valor tendrá? (QUIERO HABLAR DE MI PROPÓSITO)
Ahí entra mi conexión con Dios, la cuál creí que en el 2018 fue superior pero aún siguen las dudas porque una vez más coloqué en los hombros errados la responsabilidad de mis conversaciones con mi creador, pero el punto mayor de unión con Dios fue que sin duda alguna solo mi propósito viene dado por la gracia de Él (a través del Espíritu Santo) y eso OH, pues ha sido un HIGHLIGHT en mi vida. 
Por un momento creí que era ser escritora, cuando salí de la Universidad era ser maestra de niños de 5to grado, pero mi cáracter no estaba listo para ese riesgo; en otro instante que era conectar marcas con audiencias y por eso dediqué 4 años de mi vida a intentar ser Community Manager, luego quise ser aquella que solucionaba todo y brindaba ayuda a través de soporte técnico y por eso acepté dos trabajos por casi dos años de Customer Service, pero nada de eso me complementaba del todo, ahora en mis nuevas palabras era con valor y pensamientos claros.
Tuve muchos errores en mis trabajos anteriores y el mayor era que decaía en la disciplina e intenciones, hacia trabajos mecánicos y totalmente superficiales... Yy no quería comprometerme a nada, siempre intentando llenar el vacío insuperable de saber mi propósito. ¿saben esa imagen de alguien que abre un hueco en la arena y luego lo intenta llenar con agua de mar? Así siento que estaba yo.
Luego, como una especie de claridad decidí renunciar a mi último trabajo, pero no por las razones adecuadas sino porque mi jefe era un MISERABLE, pero gracias a esa incomodidad y presión externa por fin coloqué la responsabilidad en los hombros adecuados ¡en mí! y envié un correo a un colegio donde ya tenía viviendo un año: Valencia.
¿y adivinen qué? ¡QUEDÉ! Pues sí, y fue como un enorme golpe de energía... Todo sumó para ser bueno: por fin terminé mi tesis y finalmente encontré el trabajo que sentía que se acercaba a mi felicidad.
Lo que ha pasado dese ese día hasta hoy es muy largo y necesita su espacio, pero les puedo asegurar que me da la fortaleza de pensar que mi próposito en la vida está relacionado con ENSEÑAR, generar cambios a través de la adquisición de conocimientos y eso solo viene de la gracia de Dios.
Hasta ahora estoy segura que mi propósito en la vida no lo tengo claro totalmente porque puede que cambie, debo encontrarlo para cumplir los estados mindfull y meaningful de mi vida, ¿les gustaría acompañarme? 
¿Lo lograré? No quiero ni pensarlo porque realmente siempre saboteo todos mis deseos con esa pregunta. Ya, en este punto de mi vida, no quiero ni preguntarmelo sino decirme: VANESSA, LO LOGRASTE.
¿Por qué escribir sobre esto? Estas vacaciones mi esposo y yo decidimos venirnos a Bogotá a un muy, pero muy bajo presupuesto y cuánto he querido aprender en estos días para llenar de buenas experiencias mi viaje ya que el dinero no lo podrá llenar.
Lo logramos, hemos conocido la ciudad bajo el lente del emigrante que se viene con muy pocos recursos, he visto la ciudad desde la óptica del que vive el día a día y eso me ha logrado sacar de mi zona total de confort
¿Era necesario? Económicamente quizá no, porque decidimos venirnos por vacaciones así aún cuando en Venezuela estamos relativamente cómodos ya que contamos con comida, transporte y vivienda; pero estoy segura que era necesario para no seguir haciendo las cosas de la misma manera, o por lo menos para mi sí.
Reencontarle valor a lo que hago a diario, romper con los moldes que han dejado mis miedos y reencontrarme para no soltarme han sido mis mayores logros estas vacaciones.
En estos días habíamos planificado "trabajar" de algo para poder tener más que el dinero para el pasaje y algunas comidas, los objetivos no fueron alcanzados más que un día que conseguí trabajar volanteando y otro que borré todo lo que sé y me puse a vender "a colaboración" unos caramelitos frente a un D1. (Esto también merece un espacio aparte para contarlo)
Ya se viene el día de regreso y Oh, Bogotá, no sabes todo lo que quiero escribir para que no se me escape nada de lo que pensé mientras iba en el Transmilenio hasta llegar al Portal Norte.
¿cuál fue la chispa para hacerlo?
Una conversación con una amiga y el deseo puro de pedirle a Dios que por favor nos brinde a mi y a mi esposo la prosperidad que nos merecemos, la que nos prometimos alcanzar.
Aquí en Bogotá tuve dos encuentros con dos amigas (también considero que deben tener su espacio) pero con una, que nos regaló la experiencia de vida de ella y su familia fue como un golpe seco donde sentí una especie de verguenza conmigo misma que me decía: ¿cuánto más vas a esperar para caminar por tu propio propósito? ¿cuánto más te vas a lamentar por lo que no alcanzaste? o en pocas palabras... Eres la campesina que iba por el camino y se le derramo la leche; ¿vas a seguir llorando o te vas a devolver a buscar más para ir a venderla?
¿cuál es mi mayor impulso?
El miedo a morir, honestamente. Hace unos años sufrí un grave cuadro depresivo donde nunca intenté suicidarme ni llegue a nada extremo, pero sí cuestioné muchísimo el ¿por qué estas viva? ¿para qué continúas respirando? ¿no te das cuenta que no sirve para nada seguir en el mundo?
Gracias a Dios y a mi fuerte terquedad de no parar de ver las cosas maravillosas, aún con con los lentes de tristeza puestos, busqué ayuda y gracias a terapia logré acallar esas voces recurrentes.
Mi miedo es que vuelvan o quieran perturbarme y para eso ya tengo herramientas. NO SE LOS VOY A PERMITIR, porque ya sé que solo son eso inseguridades y yo soy más fuerte porque solo yo misma me conozco los lados mas reconditos de mí y de mis potencialidades.
Así que vamos, yo le doy que el cuerpo aguanta. 

¡Y TARÁN, TARÁN!

Y así comenzamos, el comienzo se da por empezar a teclear sin buscar que otros lo acepten ni mucho menos buscando que sea perfecto, para eso luego tendremos tiempo.
Comienzo pues, agradeciendo y perdonandome toda oportunidad que he desechado por mi miedo, por mis inseguridades. Esta es mi primera entrada que sin querer la produje con un sentido: mi proposito y su respuesta es: meaningful y mindfull 
Ya no tienes tiempo para perder.
Vine a ser feliz, así que no tengo tiempo para distraerme

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